mi naranjo en flor


Entender el tango como un estilo musical, o aún peor, la mirada turística del baile de piernas enredadas en medias de red, es solo ceguera. El tango es pura nostalgia, y si bien todos los sentimientos son difíciles de explicar, ninguno lo es tanto como la nostalgia. Sería algo así como extrañar algo que tenemos plena seguridad que no volveremos a ver. Uno, en lo más profundo, siempre guarda esperanzas de recuperar lo que ama, excepto cuando ese algo está ligado al tiempo. El tiempo es irremediable, ya no vuelve, y la nostalgia es una ventana cerrada con vista al pasado. Por eso es tan difícil que alguien joven comprenda este sentimiento agridulce que anida en el corazón y necesita varias primaveras para florecer. Amigos, la nostalgia llegó a mi y no sé que hacer con ella.


Aquel tango hace referencia a 3 pasos: sufrir, amar, partir. Para luego llegar a un estado de plenitud sin pensamientos. Entre perfumes cítricos de promesas dulces, el después anclado en el pasado. La angustia en el pecho de saber que las cosas nunca van a volver a ser como alguna vez fueron.

Mientras tanto escuchamos al Polaco Goyeneche